lunes, 8 de julio de 2013

#6

La guerra. Todo lo que ahora veis era una gran ciudad.
—¡Cuidado!
Se oye un boom más allá del antiguo centro comercial; boom y el casco histórico se convierte en cenizas.
¿Cómo empezó todo? La verdad, no lo sé. Unos dicen que todo empezó con la guerra de Britania. Otros dicen que la culpa  fue de los Margaeries. Pero, ¿qué más da quiénes fueron los primeros?
Todos fuimos y somos bombardeados. Y, como dicen, la violencia genera más violencia. Unos empezaron y otros siguieron. En ambos bandos, hemos perdido muchos amigos, compañeros. ¿Todo por qué? ¡Por una guerra estúpida que no tiene pies ni cabeza!
Ojalá los gobiernos hubieran entendido eso cuando debían. No. ¿Ahora quiénes sufrimos las consecuencias? Nosotros, el pueblo. Ellos se han ido fuera de las fronteras y han salvado a los suyos.
¿Por qué no nos damos cuenta de que deberíamos  firmar la paz entre nosotros y hacerles la guerra a ellos?
—Porque de nosotros tira un sentimiento idiota llamado patriotismo.

1 comentario:

  1. Desgraciadamente somos animales y, como tales, llevamos la guerra en nuestro interior. Antes era protección del territorio propio de caza, para proteger a la manada, luego surgieron otros sentimientos más humanos, como la codicia y la ambición, la necesidad de suplir nuevas necesidades "básicas"; simples comodidades en realidad.
    Hemos evolucionado mucho en cuanto a tecnología pero como civilización (y eso que este lado del globo está bastante más avanzado) dejamos mucho que desear y aún nos llevará muchos siglos encontrar esa paz, ya sea mediante evolución o destrucción.

    ResponderEliminar

Si te ha gustado, si quieres comentarme qué es de tu vida.
¡Comenta!