lunes, 25 de abril de 2016

Los coños son feos y huelen mal

Buenas tardes, amiwis.

Estaba en twitter, me paso la puta vida allí; comentando de todo un poco y de pronto me encuentro un artículo que se llama “Hombres explican con todo detalle por qué no comen coños”. En él, se explica que la página, con sus RRSS, han estado buscando chicos que no comiesen coños de ninguna manera. Antes de ponerse a escribir las distintas opiniones anti-cunnilingus, hace un inciso de que no son muchos hombres los que piensan de esta manera.

Dentro del artículo, unos hombres anónimos exponen por qué no comen coños y dan sus razones para no bajar al pilón, aquí debajo pongo resumido lo que decía cada chico.

XAVI: no le gustan los coños porque los hay horriblemente feos, tienen mal olor y mal sabor (a menos que se hayan duchado recientemente), no le apetece bajar. Para él, comer un coño es un acto de amor más que sexual.
ÁLVARO: Ha comido pocos (al menos lo reconoce). Huelen mal, no es una zona limpia. Literalmente, “Creo que en pareja, con confianza extrema, en situación de bañera, con todo bien limpio y bien planeado si me puede llegar a gustar, como aquella tercera vez”.
RAÚL: No lo disfruta, tiene que forzarse a bajar al pilón. El olor y el sabor no es bueno, le da arcadas.
CARLOS: Huelen mal. Literalmente, “Así como las mujeres suelen pensar con el coño y una vez penetradas se enamoran, para los hombres el enamoramiento es algo más complicado. Es por esto que ellas no tienen problemas en comer nabo a cualquiera mientras que nosotros sí [...]”. Al no tener ningún sentido reproductivo, sólo se debe hacer si amas a la otra persona. No come coños, come mujeres concretas.
MARCOS: No le excita comer coños. Si el coño huele, aún menos; así que realiza la cobra vaginal. Devuelve el sexo oral en algunos casos. Es más fácil para ellas comer rabos. Está más normalizado el hecho de comer pollas. No lo hace en sexo ocasional pero sí en pareja.

Esto es muy esquemático lo sé, pero escribir todo el tochón que contaron pues tampoco es plan porque para eso os he dejado el artículo arriba.

Ahora, amiwis mías que coméis pollas tanto al gusto como forzarse un poco a bajar al centro de carne, seguro que vosotras tenéis algo que decir con respecto al hecho de lo que dicen estos jovenzuelos. Seguro que vosotras también os habéis encontrado con esta lista que os dejo abajo:

Olor: Hay algunas pollas que tienen un olor almizclero y potente que muchas veces te han cortado la excitación lo suficiente como para decir “no bajo ahí abajo ni de coña”. No es difícil encontrarse penes con olores un poco nauseabundo, sin embargo, no por cuatro pollas olorosas nos cortamos un pelo en bajar a chupar (al menos las que disfruten con la práctica).
Sabor: Seamos sinceras, no todas las pollas saben bien. Hay penes que tienen un saborcillo de lo más agridulce y que mola, y otras que parecen whisky, que sabes que no te las metes de nuevo en la boca ni muerta vamos.
Estética: No todas las pollas son bonitas. No tienen porqué serlo ya que son para lo que son: para disfrutar y tener descendencia. Pero hay una cosa en esto que me cabrea, el hecho de que ellos no bajan porque no son cómo ellos se las imaginan. Es como que lo suyo es la Angelina Jolie de los órganos sexuales. Pues no, hay pollas muy feas por el mundo.
Salubridad: En el artículo podemos leer a un par de individuos que dicen que no bajan porque eso de ahí abajo está sucio si no nos acabamos de duchar. WTF?! ¿Me lo estás diciendo en serio? El género que, normalmente, cambia de calzoncillos cada dos días, que su miembro va tocando tela de pantalones y el que es sobado en continuas situaciones es más limpio que mi coño, que no me toca nadie y que lavo todos los días; es más, normalmente, nosotras tenemos que tener más cuidado con nuestra higiene íntima ya que es más fácil para descompensar el ph y que nos moleste. No sé, me parece más excusa que nada.

Estas son líneas generales de las “razones” para no bajar. Luego están algunas cosas que, bueno, son más tirando a una excusa o una supuesta explicación a no bajar a nuestros bonitos y cuidados coños. Luego, está la desinformación que se nota totalmente ausente en estos señores.

Me ha hecho gracia la excusa de que no es una práctica reproductiva, como si comerme un nabo fuera muy reproductivo… Comer un órgano sexual es, ambos sexos, una forma de disfrute placentero; comer una polla no tiene nada que ver con reproducirse. También dicen que las mujeres bajamos más a por su entrepierna que ellos porque eso es lo que se suele ver en las películas porno y es lo mejor visto, que nosotras no tenemos ningún problema en chupársela; sin embargo, conozco muchos ejemplos personales en los que los hombres prácticamente obligaban a su pareja a metérsela en la boca o se cabreaban.

El disfrute del sexo oral no se trata en ponerte tú, se trata en jugar con la otra persona, en hacerla disfrutar; en verla derretirse con las caricias y los besos prodigados.

Y para terminar, os dejo la guinda del pastel: el comentario machista.




Agur~

domingo, 17 de abril de 2016

No soy puta

Buenas tardes, amiwis.

He encontrado, en mis muchas lecturas obligatorias de blogs, esto. La verdad es que no sé por dónde empezar con la OPINIÓN de este ser salido del mismo seno de Dios y que, como su palabra es divina, decide que sea él quien diga lo que le dé la gana.
¡EMPECEMOS!

Resalto primero, que cada uno es libre de hacer lo que quiera, y que no se puede generalizar, ni lo pretendo. Sé, y doy gracias, que no todo el mundo piensa así. La corriente y la idea a la que me refiero es la de que “ser puta” está muy bien.

Y así empieza nuestro ser divino. ¿Qué quiere decir así nuestro amigo? «Haz lo que quieras pero voy a seguir juzgando duramente lo que hagáis con vuestros cuerpos».

[…] ver más de un vídeo y de leer más de un artículo y de escuchar más de una gilipollez, en la que las premisas y las conclusiones dictan que una mujer es mucho más mujer si se ‘folla’ a todo lo que pilla. Que eso es sentirse a gusto con tu sexualidad y que solo de esa manera se puede llegar a ser feliz. Y yo, como hombre, no puedo permitir que las mujeres de verdad penséis eso.

Voy a resaltar lo de mujeres de verdad. Él, hombre de parcas y machistas opiniones, te dice que una mujer de verdad no tiene porqué acostarse con nadie más que no sea su novio/marido/pareja. «Por favor, no te acuestes con el hombre ese que te ha guiñado el ojo en una fiesta y los dos sólo queréis un pinchito. Las mujeres de verdad se compran un consolador y ya está. ¡No seas tan meretriz!»
Si Mulán se sigue dando así en la cabeza se va a quedar tonta.
Precisamente lo que pretendo es defender los derechos de la mujer, los de verdad. Y ensalzar su imagen y lo que son en esta sociedad, defender su dignidad.

Esto sólo tiene una respuesta:
No eres más mujer, ni demuestras nada a nadie por “tirarte a quien te de la gana”. De hecho lo único que consigues es el desprecio de un hombre, que te ha tratado como a un objeto y que tú y solo tú, has permitido.

Por supuesto. Lo he permitido porque es lo que quiero: él es mi juguete, yo soy el suyo. Por cierto, no quiero demostrar nada tirándome a un chico o a veinte; me los tiro porque me gusta y punto.
Porque, no os engañéis, los hombres que hacen eso, es lo único que pretenden. Y si por el contrario, quieres seguir engañándote, y pensar que es que tú también pretendías eso y que no tienes ningún tipo de sentimiento… ¿A qué cuento viene luego decir que los hombres somos unos cerdos y unos cabrones?

¿En serio? ¡No jodas! Y yo que pensaba que quería pedirme la mano en matrimonio. ¡Oh, he perdido la ilusión de vivir! *snif*
Vamos, a ver, merluzo de cara ancha, ¿a qué mujer que lo único que quería era sexo, se le ocurre decir que sois unos cerdos y unos cabrones? Supongo que seguramente la chica a la que le oíste decir eso quería algo más con el chico y desapareció cual neblina; o se estaba desfogando con sus amigas y tú lo oíste y decidiste que lo mejor es generalizar.
Un aplauso para ti.
Dejarse llevar por las pasiones, y los instintos primarios, los que lo hacen son los animales. Que comen cuando tienen hambre, cagan cuando tienen ganas, y follan cuando tienen que follar. Hacer lo primero que nos venga a la mente es propio de los animales, no de las mujeres… ni de los hombres. Los seres humanos nos diferenciamos de ellos porque razonamos y sentimos.
Eh, al fin mete a los hombres en esta mierda. Pero WAIT! Según la divinidad hecha carne, los hombres no se dejan llevar. Esto es para mear y no echar gota.
“Me siento muy orgullosa de mi cuerpo” y por eso voy medio en bolas por la calle.  Todas y cada una de vosotras, tenéis cosas mucho más bonitas que vuestro cuerpo, aunque sea realmente precioso, de las que fardar.
Fardo de lo que quiero. Si quiero fardar de mis pies me pongo sandalias o zapatos sin dedos; si quiero demostrar que tengo el mejor culo del mundo y me pongo un vaqueros ajustados, me los pongo. ¿Desde cuándo tengo que dar parte de lo que llevo o no llevo?
Lo que es machista, es ir medio desnuda satisfaciendo los deseos visuales de todos los enfermos que abundan en nuestro planeta.

Lo que es machista, señor mío, es que si una chica va en minifalda alguien mire. Es como si condenamos a las víctimas de las violaciones (que lo hacemos) por cómo iba vestida.
Luego nos viene un supuesto discurso para abrirnos los ojos y una frase final que no es que sea machista, es que debería ser denigrante para cualquier mujer.

Ahora, sécate las lágrimas, levántate, que sé que puedes y sigue luchando. Sal ahí fuera, y encuentra a un hombre.
¿Y si no quiero un hombre? ¿Y si me acuesto con hombres para aliviar mis hormonas/ganas/lívido/porque me sale potosí? (Qué palabra más bonita es potosí).

Después, este hombre se lanza a decir cosas sobre el tipo de hombre que debes buscar para ser feliz, porque, aunque no lo sepáis, este hombre tiene título de celestino y consejero sentimental en la universidad de mis ovarios.
Y para rematar, se lanza a un discurso a los hombres que sólo quieren pinchar. ¡Olé! Vamos a darle un premio porque habla de los de su género.

Ante este tipo de post en cualquier ámbito, me parece de lo más humillante. Lo primero, porque ni él ni nadie debería llamar puta ni adjetivos peyorativos a nadie, sea chico, chica, primo eso o marciano. Segundo porque si os bajáis a los comentarios, veis que no sólo los chicos que lo han leído están de acuerdo; sino que algunas mujeres también han cogido y le han defendido. ¡Con dos ovarios!
Eso sí, haré una entrada más adelante en la que os enseñaré los comentarios que más gracia me hacen.

Agur~

viernes, 8 de abril de 2016

Capítulo 137

Buenas madrugadas, amiwis.

Sé que es muy tarde/pronto para escribir y más yo que se supone que iba a hacer sueño normal, sin embargo cuesta mucho dormir porque, como siempre, mi madre me presiona para que elija lo que quiero hacer este año con mi vida. Si digo la verdad, no tengo la menor gana de discutir con ella.

En fin, que desde lo que pasó con los caballos, perros y gatos que estaban en la zona de Guadarrama, a los que mimoseaba y daba caprichos de gratis, pues me planteé el hecho de estudiar Auxiliar de Veterinaria. Por supuesto, estoy segura de que es el trabajo de mis sueños: rodeada de animales, acariciarlos y cuidarlos; sería placentero disfrutar de cosas así, ¿no?



El caso es que este tipo de cursos hay que ir por lo privado; lo cual, para los que ya habréis hecho cursos de formación profesional o, al menos, mirados por encima, sabéis que cuando es por lo privado, suelen sacarte una pasta por ello. Con lo cual, yo no ando muy boyante de pasta y mis padres tendrán un límite de presupuesto, además habría que añadirle el desplazamiento; porque el centro mejor comentado está en Torrejón de Ardoz, con lo cual, el primer año seguiría con mi abono de 20 euros, pero el segundo año, tendría que tirar de abono zona B2 o B3; que es bastante carete.



Y aquí estoy, viendo que me tengo que dividir en algo “posible”, que es algo que mis padres se puedan permitir pero que yo no quiera hacer, o algo “etéreo”, que es lo de ATV. Encima, está mi madre diciéndome que vaya a pagar lo del título de impresión, cosa que no puedo hacer porque no terminé del todo, ya que FOL no lo he aprobado y la profesora ha sudado mil de mí cuando le escribí pidiéndole que, por favor, me mandase un trabajo para que me diera puntos en el examen; además de que salió lo de la abuela de David y no me he puesto a estudiar en serio ni de coña.
David intenta que me lo tome en serio pero es que no veo que tenga posibilidad ninguna en un mes estudiando, cuando me pasé más tiempo estudiando para hacer el examen en Septiembre y suspendí.

Mi mente procesando que tiene que estudiar
Por cierto, sí que se lo he dicho a mis padres que no me han debido hacer mucho caso o no escucharme como debieran pero bueno. Avisados están. A por el que sí tendría que ir sería el título de informática, que me lo saqué hace tres años y aún me sigue esperando la certificación en el instituto. xD

Realmente he estado mirando otros módulos, aprovechando que ya no hay que hacer prueba de acceso a grado superior, para ver si alguno me llamaba sin embargo no me atrae ninguno. ¿Qué consejo me podéis dar?

Agur.

lunes, 4 de abril de 2016

Capítulo 136

Buenas noches, amiwis.

Hoy, después de mucho tiempo, he cogido todo el valor de la casa Gryffindor, me lo he cargado en la espalda y he hecho lo que jamás debería haber hecho: saciar mi curiosidad.

Hace bastantes años mantuve un tonteo bastante serio con un hombre que era bastante mayor que yo; el tonteo empezó como un tonteo cualquiera, bueno cualquiera tampoco porque, como ya he dicho muchas veces, para mí el sexo es la cosa más natural del mundo; así que el tonteo empezó como tiradas de caña horribles y mucho erotismo incorporado.

A ver, tenía veinte años, “recién” (recién pero la perdí con 17 xD) estrenada mi sexualidad y mis hormonas bailaban claqué; más de lo que bailan ahora. Al final, todas las tiradas de caña pasaron de whispeos en el MMORPG a darnos el messenger (me siento mazo vieja T_T); tras lo cual se convirtió en normal que pasáramos horas y horas hablando tontamente. Sólo puedo decir que un día yo no dormí por quedarme hablando con él.


Aunque claramente todo aquello me gustaba y disfrutaba, o sea, me pasaba el día hablando con él: movidas de casa, historias que tengo guardadas, cosas de este mismo blog, e incluso en una red social utilicé el mismo mote que me puso una vez. Ya sé que ahora no soy pelirroja pero, bueno, ahí se ha quedado el nick. Matadme.

En fin, que al parecer a él le gustaba sin embargo no me había dicho nada a pesar de mis piedras enormes y vigas del tamaño del Empire State Building; porque ¿cómo coño iba a imaginarme que un tío iba a corresponderme? No, no he mejorado mucho en lo que se ha refiere a autoestima. Bueno, al final le dio por decírmelo cuando empecé a quedar con un tío. Por supuesto, como enana hormonada, ni me planteé no tirarme más de una vez. Como buena Bridget Jones que he sido hace tiempo, me hice ilusiones y pensé que estaba saliendo con esta tercera persona hasta que desapareció cual ninja con una bomba de humo. Con lo fácil que hubiera sido decir: oye, que sólo quiero un polvo.


El caso es que no me lo dijo ni él, me lo soltó la jefa de nuestra legión del juego y, claro, yo en plan: ¡que no, que sólo somos amigos! Pero cuando se lo dije por MSN, me dijo que era verdad. Claro, que entonces “salía” con el ninja; así que él mismo se apartó diciendo que no quería estropear mi relación. Aunque siempre hubo tonteo entre ambos y tal. Después de todo esto, dejamos de hablar. Siempre pensé que era porque le hice daño y me culpaba a mí misma por ello. Así que esa posible relación que pude haber tenido se convirtió en una fantasía, algo que siempre quedaría etéreo en mi memoria.

Hasta que hoy, he sido demasiado Gryffindor; más que nunca en mucho tiempo, y he vuelto a hablar con este hombre. No sé cómo su número había quedado guardado en la memoria en todo este tiempo. Así que decidí hablar y, de paso, saciar mi curiosidad y dejar las dudas claras. Hasta que ha soltado una frase que directamente ha sonado: “No merecías la pena”.
Vale, yo me lo cargué y me parece bien que me tenga algo de rencor porque sé que algo de pupa le pude hacer con mi comportamiento o con mi forma de ser o lo que fuera, pero que me suelte eso cuando he estado releyendo todo y parecía que él si estaba interesado. Por supuesto, yo que no puedo evitar analizar todo, he pedido ayuda a un amigo para ver si desde el punto de vista masculino había algo que yo no hubiera captado. El hijo de puta se ha ido a dormir dejándome con la duda. xD

Y, a pesar de tener pareja, me ha sentado tan mal que me he puesto a llorar; no sé, para mí él si valía la pena y hubiera hecho lo que fuera por que pasara algo, supongo que da igual lo mayor que sea, los hombres me harán daño igual. Finalmente, podré cerrar la cicatriz de la fantasía y dejarla como es, una fantasía tonta de una veinteañera.

Agur.



viernes, 1 de abril de 2016

Capítulo 135

Buenas noches, amiwis.

No sé porqué, estaba pensando en el hecho que nos pasa a muchas mujeres, sobretodo si estamos entradas en carnes; el miedo que tenemos a desnudarnos a pesar de que sabemos que no va a pasar nada.

Al principio de mis andanzas sexuales, solía negarme a desnudarme delante de la persona por el tema del cuerpo y las chichas que sobraban (y sobran), temiendo que eso hiciera que el chico de turno se le bajase la polla. Supongo que son los efectos después de una adolescencia llena de bullying y los continuos bombardeos de la televisión: «Si tienes granos, no follas», «Si te sobran kilos, los tíos no se te acercan ni con un palo de escoba», «No eres Britney Spears así que olvídate de tener novio», etc...

Mi desnudez no pasaba de esto
Por supuesto, según fui cogiendo confianza, más me gustaba  el hecho de desnudarnos mutuamente mientras el ambiente se caldeaba a marchas forzadas. Porque, amiwis, no hay mayor subidón de autoestima que el de un buen polvo; imaginaos el saque de uno tras otro. Encima las hormonas bailaban claqué, así que muchas veces soy yo quien me quitaba la ropa y la del otro. 


Llegué a un momento de mi vida en que era quedar con un chico y plantearme si directamente aparecer con la ropa interior y una gabardina; aunque luego tuviera que volver igual a mi casa. Aunque, después de verlo todo, a los hombres les encanta que te desnudes, aunque sea a lo burro o con un bailecito para ir calentando motores. Yo, como buen pato mareado, mis bailes eran más patosos que de stripper pero te echabas unas risas con la otra persona, por crear un poco más de complicidad.


Sin embargo, me he dado cuenta de una cosa, que siempre hay nervios de acostarte con alguien nuevo a pesar de que haya muchos preliminares por redes de ligoteo o se te hayan acercado/te has acercado en el bar mientras escuchabas Rammstein a todo meter. Siempre hay un pequeño gusanito que está dentro de ti y que te susurra incansablemente: «No le vas a gustar. Olvídate de que vayas a mojar hoy. Que la va a tener dura y se le va a caer».
Todo eso se desarrolla dentro de tu cabeza sin orden ni concierto mientras el chaval va pensando: «Ostia, que hoy mojo». Puede que no sea el pensamiento que deseéis que el chico tenga en la mente pero, seamos sinceros, el pene tira mucho más que el corazón.
Esto me pasó con un tío, un buen tío, con el que contacté mediante redes de ligoteo y con el que, incluso ahora, hay algo de contacto; me acuerdo que cuando le vi la primera vez, aparte de encenderme, por primera vez en mucho tiempo me planteé el hecho de que seguramente me rechazase por mi físico.
Os pongo en situación:
Chico: Guapete, delgado, simpático, fan de todo lo japonés y que practica Kendo.
Chica: Pues yo, simple y llanamente.

Fue llegar a su casa, y que, a pesar de la calentura, empezase a dudar de que fuese ocurrir nada; por supuesto, cuando ocurre eso, te cortas un montón ya que la confianza en ti misma se va por el mismísimo sumidero y deseas salir corriendo del lugar. Por supuesto, ni desvestirnos ni pollas; se desvistió él y yo con toda mi ropa puesta. Por supuesto, el jovenzuelo se extrañó de que cambiase de pronto. Finalmente, visto que él no iba a dar marcha atrás, me quité pantalones y bragas. Ya está. Así que prácticamente le tocó a él desvestirme y le costó lo suyo porque no me dejaba.
—Venga, déjame que te quite la camiseta.
—Que no. Con lo que me he quitado te vale —soy muy borde, ya se ve.
—Venga, vamos a jugar —finalmente, tras echarme las manos hacia atrás con una llave, me despeja más la tripa y el pecho—. ¿En serio que te daba cosa que te viese la tripa?
—Pues sí —totalmente avergonzada y no sé si me pondría roja o no por ello—. Tú eres tan así y yo tan... pues eso.
—Ay, qué tonta. Llevo empalmado desde que has llegado.
Pues sí, señores. Al parecer la química hace mucho más que la física. La verdad es que me he acordado porque hoy es el cumpleaños de esa persona y se me pasó por la cabeza todo esto.

Espero que os ayude a los que os haya pasado u os pase como a mí.

Agur.