lunes, 18 de abril de 2011

Insomnio.

Mira que horas son, son casi las siete y no puedo dormir, no puedo dejar de cerrar los ojos y pensar en ti, como si nada hubiera pasado, sigo pensando que me llamarás, que me abrazarás pero sé que no eres así, y aunque conservo una mínima esperanza sé que no lo harás porque tú no me echas de menos, seguro que ahora estás durmiendo a pierna suelta, sin importarte que yo no duerma. Seguro que no te importa haberme perdido porque lo elegiste así, no creo que hayas llorado las incontables lágrimas por la calle que yo he derramado.
Ojalá te lo replantees y me llames y me digas que te lo has pensado, que me quieres y que perdonas ese comportamiento impulsivo pero sé que no lo harás.
¿Sabes...?
Odio que me vean llorar y, sin embargo, hoy he salido a la calle y por no tenerte a mi lado, he derramado mil lágrimas y ahora padezco de insomnio, ¿seguro que estoy bien?
Seguro que ni siquiera te planteas que te eche de menos, ni entenderás que por ti hubiera cambiado lo que yo soy pero ya no hay nada.
Si me acuesto entre las sábanas solo puedo pensar en ti, no puedo dejar de pensar que si tú, acurrucado entre tus sábanas, has derramado alguna pequeña gota salada. Ojalá pronto te des cuenta de que fue impulsivo por la rabia y la ira que sentía acumulada dentro de mí.
Imagino que habrás roto nuestra foto porque ya no hay nada precioso detrás de ella, imagino que te das cuenta que yo si te quiero pero que, ahora mismo, siento más angustia y miedo que en toda mi vida.
¿Sabes...?
Me gustaría ir a buscarte a tu casa, gritar que te quiero hasta que los pulmones me estallen, me gustaría que no hubiese pasado nada porque así podría hablar contigo, porque echo de menos tu voz de interlocutor, que me llames nena y oírte decirme te quiero. Me gustaría ser como aquellas películas en las que un enamorado busca a otro y le enseña que se ha equivocado pero yo no puedo hacer eso porque no sé donde buscarte, no sé donde encontrarte aparte de en mi cabeza.
Pienso que igual algún día pueda volver a surgir algo pero posiblemente no sea así porque ya has visto como soy y no creo que fueras capaz de aguantarme, quizá porque somos muy parecidos, quizá porque en menos de un mes te he conocido lo suficiente como para saber que no habrá más pero aún así te esperaré; pienso darte tu tiempo, quizá cuando quiera actuar tú ya estés con otra cosa que me aflige el corazón pero yo ya no creo ser dueña de tu corazón, ni siquiera de un trozo de alguna célula.
Solo pido que me llames y lo hables conmigo porque no es que quiera arreglarlo, es que no puedo pasar página a alguien tan maravilloso como tú, no creo que nunca lo haga.

viernes, 8 de abril de 2011

Me Parece Genial...

Me parece genial que te pires con tus colegas pero ¿qué queda de mí?
Solo puedo verte los fines de semana, y cada vez más me quedo sin ese tiempo, ¿crees que me sirve hablar por Skype? Pues siento decepcionarte, pero para mí, las palabras se las lleva el viento y siento que las tuyas se las llevan una brisilla como si fuera un huracán.
Siento que no entro en tu mundo perfecto, que cada vez me quedo más fuera... Lo siento si solo voy a tenerte cuando tú quieras... No pienso aguantarlo, parece egoísta y quizá lo sea pero no quiero ser la típica chica que se sienta y espera que el príncipe, tú, venga y la quiera; me levantaré y me quitaré las vestiduras de princesa y me pondré la ropa de rockera malota quien se buscará un motero, se comprará una guitarra y la tocará hasta que le sangre la punta de los dedos, porque no mereces que nadie te espere, o quizá sí, pero no seré quien se siente y ver como la das de lado.
Para mí, las caricias, los abrazos y los besos son importantes, más que las palabras. ¿Crees que los te quiero que me mandas por Skype bastan para hacerme sentir querida? Lo siento, quizá con otras funcione pero para mí, sino hay caricias, ni abrazos... Es un amor vacío.
Porque tanto te puedo quererte, esperar con impaciencia que lleguen unos fines de semana, en los que siempre hay excusa para no venir.
Vale, yo también tengo una excusa para sentirme herida. Tú crees que yo voy rompiendo corazones y relaciones de años por caprichos, crees que el primero que pase me llevará lejos; lo siento, no soy una tía tan tonta como para ir así con los chicos; no los necesito, no necesito sentirme querida, ni necesitada, ni siquiera seducida, tengo unas buenas medicinas, el alcohol y el tabaco. Cosas que me destruyen y me ayudan pero tú nunca te darás cuenta de nada porque no te importa lo infeliz o lo gilipollas que sea de esperarte mientras tú pasas.
Has hecho tus sacrificios pero yo hice uno mayor, dejé a un chico que me quería y estaba conmigo, me apoyaba y estaba a mi lado cuando lo necesitaba, me abrazaba y me besaba y me sentía protegida pero ahora ya no lo estoy, por eso ahogo las penas en alcohol y tabaco. Para morderme una lengua que solo quiere decir como se siente una persona.
Los te quiero en la distancia no valen una puta mierda si los lanzas contra cualquier persona.

jueves, 7 de abril de 2011

Mi Principio.

Antes me dijiste que lo nuestro empezó como el otro día Afro y yo.
Pues para mí fue especial.
Entraste en la legión y te presentaste, cuando dijiste que tu nombre era Abel pensé: "Tiene un nombre bonito." Y no sé por qué pero me sentí tan cerca a ti, que me ayudases, que me llamases chiqui me encantaba, igual que ahora me encanta que me digas nena, porque tu voz me atraía; ahora sabes que tu voz de locutor de radio me encanta que me susurre cosas al oído. ¿Te acuerdas de cómo te llamaba?
-Vente conmigo, porfis, guardaespaldas.
-Venga, vale.
Quizá no lo notaste pero era con quién tenía más confianza, a parte de Birman pero él no cuenta; no solía hablar en el TS si tú no estabas, y Darky solía notarlo, tenía más confianza contigo que con cualquiera, incluso más que con Darky. Me gustaba mucho, disfrutaba de tu compañía, ¿crees que hubiera dado mi MSN o mi Skype cualquiera?
Cuando hablaba contigo, no quería hablar yo, solo quería escuchar tu sensual voz de locutor de radio."Habla y no pares de darme el placer de oírte" pensaba esto muy a menudo. Y el viernes, cuando me dijiste aquello, que te encantaba mi voz, como era, como me veías... El corazón me dio un vuelco, ¿cómo iba a esperar que yo te gustase? ¿Yo? Que soy una chica del montón, que ya has visto como soy, frágil, perdida, llorona... Que intenta hacerse la fuerte, la dura, a la que nada inmuta.
No sé que sentiste cuando en aquella cuesta me recibiste con un abrazo y un beso, ¡nunca volverá a haber un sábado como aquel! Como me trataste, como me hiciste sentir, y, de repente, el miedo a dejarlo con el anterior se esfumó, no pude pensar en mucho más; quería repetir más fines de semana como aquel. ¿Te acuerdas como te hice cosquillas en los pies, como te arañé y jugué el domingo?
Quise repetirlos de aquí hasta que se agote el tiempo, sin dejar de sentirlo, sin dejar que nada lo empañe, solo quiero estar contigo.

¡Te Quiero Bobo!

domingo, 3 de abril de 2011

Amaneceres.

Hoy, viendo tus fotos, me he encontrado con un atardecer...
Y en ese momento pensé: "Ojalá contigo pueda ver atardeceres y amaneceres hasta que me caiga de la cama donde los veamos, pero no sé si miraría el amanecer o a ti dormido a mi lado, con los ojos cerrados, soñando con a saber qué cosas, miraría como el Sol te baña con su luz."
Tomaría una cámara y te haría una foto para tener ese momento en la memoria... Ojalá que algún día pueda ver contigo ese amanecer, poder tocarte el pelo sin molestarte, casi sin que lo sientas mientras miro por la ventana como el Sol se levanta...

-Ya te llevaré a Tenerife.
"Yo contigo iría hasta el fin del mundo, incluso más allá." me gustaría decirte pero me lo callo porque suena demasiado dulce y no quiero que notes que sin ti me desespero...
Quizá haga como en la canción, mientras espero a que el Sol salga, me ponga a tu lado y oiga todo lo que pasa dentro de ti, o incluso me siente en el salón con una taza de chocolate caliente y lo mire desde allí por no molestarte.
Puede que te levantases cuando yo ya haya visto el amanecer y haya preparado café para ti, porque sabes que a mí no me gusta, quizá me pillarías con una camiseta tuya, de esas que huelan a ti.
-Buenos días. -te miraría y pensaría en lo guapo que estás aún sin peinar, en lo hermoso que te queda el baño de luz que entra entre las cortinas.
-Te has perdido el amanecer, estaba precioso. -diría con un brillo en los ojos, que serían verdes.
-Tú si que estás preciosa. -dirías con una sonrisa en los labios.
-Idiota. -diría mientras mis mejillas se sonrojasen.

Ojalá lo que he escrito aquí se cumpla porque quiero dormir a tu lado, sentir un amanecer y quererte hasta que no haya amaneceres que ver.