lunes, 15 de agosto de 2016

Capítulo 139

Buenas noches, amiwis.

Estoy reventadísima de trabajar. Algunos no lo sabéis pero, después del cursillo de carnicería, me cogieron en un supermercado.
¡En menos de una semana de terminar el curso!


Pensé: “Tras 25 años sin conseguir un trabajo, he conseguido uno. ¡Yujú!”
Por supuesto, lo celebré. No como nuestro amigo Dumbledore pero me compré una sentada de libros enorme: el tercer, cuarto, quinto libro de Percy Jackson y los dioses del Olimpo y el primero de Los Héroes del Olimpo; sin importar nada. El caso era celebrar que, por fin, había conseguido curro.

Me dejé tranquilamente unos 40 pavos.

Esperando que los libros sean baratos

Así que nada, llevo un par de semanas currando como carnicera y, a pesar de tan ansiadas ganas de trabajar, me siento un poco estafada. Porque sí, está muy bien ganar dinero, está muy bien eso de trabajar en algo que no me disgusta pero me paso allí todos los días, y cuando digo todos los días, no son los cinco días que se llaman de entresemana, no. Yo trabajo incluidos fines de semana. Es más, mañana hay un festivo y yo trabajaré. Lo cual me deja con que no tengo nada de tiempo de ocio; sé que diréis: “¿Y esto qué es chata?”.

Más que tiempo de ocio, estoy gastando tiempo de dormir para escribiros y para actualizaros datos de mi vida. ¡Sé que soy muy importante para vosotros! No podéis dormir sin leerme.

El caso es que trabajar de carnicera no está nada mal, salvo porque parece que no voy a tener vida propia hasta Navidades, que es cuando tenga vacaciones. Así que, si no me echan durante el período de prueba, estaba pensando en ahorrar. Y no, no voy a ahorrar para vacaciones, ni caprichos (bueno, sí que es un capricho) pero estaba pensando en ahorrar para hacerme una liposucción. O sea, quiero engordar mi cuenta de banco para adelgazar mi cuerpo. Es un poco poético. xD

Posiblemente, para muchos, sea una gilipollez pero me gustaría, por una vez después de mis 21, sentirme guapa y sexy; sentirme que me miran por la calle y no es para poner cara de asco ni soltar alguna burrada para meterse con mi cuerpo. Sé que todo esto vaya en contra de mis principios más feministas pero, por una vez, quiero atraer las miradas.
Mucha gente dirá que es una gilipollez, que es una estupidez que me sienta así porque no me miran por la calle pero es la verdad, es lo que siento dentro de mí: una falta de atención desconocida. Muchas chicas siempre se quejan de tener que quitarse los tíos a ostias pero me gustaría sentirme así alguna vez.

Agur~