jueves, 25 de diciembre de 2014

La Navidad

Es Navidad.
La gente quiere acabar bien el año, ser perdonados por las personas a las que hicieron daño. Piensan que es el mejor momento para pedir perdón; y así es porque te dejas llevar por el espíritu navideño.
Por supuesto, te suena el móvil porque ¿para qué molestarse en un christmas o una carta?
Un mensaje es más rápido, barato y quedas bien.
Lo abres, lo lees, lo vuelves a leer, lo relees bien porque hay un te quiero en pleno correo y tú, cabreada porque te dice que te quiere y no que te echa de menos, le respondes lo más fría posible; haciendo como que finges una sonrisa a un espectador muy cateto, que no se va a enterar de que realmente algo te molesta.
En fin, lo escribes, le escribes una tontería de nada por si le da por responder y le mandas un besazo porque es Navidad, no hay que escatimar en amor y cariño.

Entonces, te das cuenta de que ya no duele tanto, que esa molestia de que no te echa de menos es sólo una muestra de que quisieras que algo le doliera dentro de su corazón.
Sabes que seguramente no responderá porque te conoce demasiado bien y sabe que acabas de ser una mujer fría y deshonesta.
Pero te da igual, te alegra el hecho de que tu corazón se haya hecho más fuerte y tenga un punto débil menos. Así lo deseas, siempre.