martes, 3 de mayo de 2016

No soy puta II

Buenas noches.

Como os dije, he traído los mejores comentarios del post que comenté ayer. Quizá me meto en camisa de once varas pero tengo muchísimas ganas de que, si creéis que no llevo la razón, dejéis un comentario sobre vuestra opinión o información.

Empezamos con el primer comentario.

En él, se puede ver a una mujer que habla sobre si la mujer debe demostrar algo por tirarse a muchos hombres o a los que le dé la real gana. Y llega un pequeño lucerito para decir que no hay que dejarse guiar por el placer. Pues nada, tengamos vidas de mierda, aburridas y sin nada improvisado que hacer, ya que el placer es malo.

Blancanieves también huye del placer.

Segundo comentario. Este de retroker hasta el nivel de decir basta.

No ve ninguna mala intención, ni ningún micro-machismo ni nada de nada. No me quedo con lo que me da la gana, señora, lo que me toca los ovarios y literalmente, es que diga que tiene muchísima razón. La sociedad no dicta que la mujer tenga que abrirse de piernas con el primer hombre que se lo diga, sino que demuestra, cada vez más, que los hombres no son los únicos con apetito sexual; que las mujeres también desean rollos de una noche. ¿Y no está bien argumentado que una mujer coja una noche y se líe con uno, con otro se dé cuatro besos y con el siguiente se acueste cuatro veces? Porque a la mujer siempre se le ha tratado de inferior, incluso ahora tiende a ser inferior al hombre; cuando se ha demostrado que no es así. No entiendo por qué esta mujer mete aquí el amor libre pero, puesto a responder sus preguntas, ¿qué rabia crea el “amor libre” salvo en la gente que está alrededor y que no lo acepta? ¿Qué odio crea el amor libre? No creo que haya nadie que pise a nadie por no creer que cada uno puede amar como quiere, pero que cataloguen a una persona con un peyorativo que no merece sí me parece realmente repugnante y, no sólo eso, sino que lo crean los que no creen en ello y no los tolerantes y los que lo hacen. El odio y la rabia vienen de las personas que piensan que el mundo debe seguir como siempre, llamémoslos retrógrados, cerrados de mente o lo que ustedes quieran.
El amor libre no ha creado el divorcio ni la violencia de género. El divorcio ha nacido de algo que se llama monotonía y de la que no se libra nadie, ha nacido de la gente que se casó enamorada pero que se dan cuenta que han cambiado tanto que ya no es lo que era, ha nacido de gente que no se soporta y deciden que lo mejor es separarse y poder tener una segunda oportunidad. Antes, el término separado o divorciado no existía, la gente se casaba para siempre y la mujer pertenecía al hombre como objeto. En la época de Franco si una mujer se escapaba de su marido, la policía tenía la obligación de devolverla.
La violencia de género ha nacido de esa posesividad casi monstruosa que sienten los hombres hacia sus mujeres, que se creen que tienen derecho a todo para con ellas. Recordemos que la violencia de género no es sólo una torta, es un insulto, es que tu pareja te obligue a acostarse contigo cuando tú no deseas, es una broma o una menospreciación de quien eres. Eso es la verdadera violencia de género, no sólo los números que salen en la televisión por los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas; que eso es un final.
El amor libre no ha creado nada de esto. No hable de algo que no entiende, porque seguro que ha ido al diccionario a buscar una definición y en el que tiene usted aparcado en un estante sale eso.
En cuanto el pesimismo, la desesperanza y las depresiones, no creo que nazcan de esto que dice usted; creo que nacen de un sistema que seca a la clase media-baja hasta que no les queda dinero, nace de un mundo que sólo intenta vendernos cosas bonitas y evitar que pensemos, que sigamos siendo unos borregos para que el sistema siga girando con su inquebrantable camino. Puede nacer de una madre que se ve asediada por facturas y no puede dar de comer a su hijo porque el gobierno ha decidido que los jefes de la empresa sean los que sigan ganando como si no hubiera un final mientras que ella tiene que llorar lágrimas de sangre por intentar llegar a final del mes. Eso sí trae desesperanza, como ver a un hijo yendo a un colegio donde no le llevará a nada porque para cuando quiera ser mayor, sus padres no podrán darle la educación que merece por el precio. La depresión de ver que jamás saldrás del mismo pozo negro donde los políticos te hunden cada vez más para seguir ganando ellos. El pesimismo de ver que el día de mañana, no habrá un futuro digno de tus descendientes.


Bueno, a esta mujer le dejé un comentario y vuelvo a ponerlo aquí. Porque me sale del ovario.
Las feministas no queremos pelear por quien se aprovecha de quien, ni ponernos a la misma altura en las cosas “malas”; queremos que en la vida se nos vea como iguales. Que puta (como cualquier otra del mismo calibre) no sea el término usado para referirse a una mujer activa sexualmente o que se nos paguen los mismos salarios que a los hombres porque, por si no lo sabíais, las mujeres se nos paga un 37’4% menos por hacer el mismo trabajo que el de un hombre; y esto lo podéis ver en internet, en las nóminas de vuestros allegados y donde os dé la real gana. Unas feministas consiguieron el sufragio femenino (que pasó en 1948, no es una época tan remota dado que fue hace menos de cien años).
Unas feministas consiguieron que la mujer dejase de ser propiedad de un varón.
Unas feministas consiguieron que las mujeres fueran independientes económicamente (cosa que con Franco no pasaba).
Unas feministas te dieron la posibilidad de poder instruirte en enseñanzas secundaria y superiores.

Eso es lo que las feministas han conseguido para todas, deberías respetarlas por lo que te han dado, no dejarlas a la suela del betún.

Agur~