martes, 17 de febrero de 2015

Crítica a un mal escritor.

Buenas noches pequeñuelas e hijos del rock. \m/

Hoy ando más desmotivada que nunca ya que, últimamente, no escribo nada por aquí ni escribo nada en líneas generales, además de ciertas cosas que he leído me han hecho sentir que jamás llegaré a alcanzar ciertas metas, aunque quiera.
Todo esto viene de lo mal leídos que están algunos autores que merecen la pena y lo mucho que se lee la bazofia que rula por muchos blogs y wattpad.
Cuando tienes un poco de talento para algo que realmente te gusta, quieres que tu trabajo sea reconocido aunque sea por dos o tres personas, que al menos la gente a la que tú lees y gastas tu tiempo comentando, diciendo lo que debería cambiar o tu opinión, gente cercana a ti, no vea más allá de sus narices: de que comenten sus obras, de que les laman el culo y que, además, debas hacerlo aún cuando la novela es una mierda. Puedo poner un claro ejemplo de ello pero no voy a decir autor/a ni novela, sólo su género: literatura adolescente.
Es un libro que no tiene editorial, porque entonces sí que renuncio a entrar en una editorial, con la que recibe comentarios muy buenos, comentarios de lamedores de culos que tienen más lengua que Lickitung.

El caso es que su libro, que está escrito como si fueran publicaciones separadas (los capítulos), no tiene ni pies ni cabeza. Y la gente le dice: “Es un buen libro. Me ha encantado”. Pero, lector, que has pagado una cantidad desorbitada por un libro que está escrito por una persona que no quiere evolucionar como escritor, que te está vendiendo ese libro porque sólo desea vender y buenas críticas.
Porque yo he llegado a ver cómo esta persona ha cerrado sus comentarios, ha eliminado malas críticas de su libro porque no aguanta la presión de ser criticado. Y no me parece justo que se le haga una publicidad que no se merece, sencillamente porque sus amiwis le dan el enchufe para presentar su obra como si fuera la obra del siglo; yo he visto ese reportaje en el que se ensalza el libro como si fuera la séptima maravilla cuando ni siquiera se ha molestado en volverlo un libro, sino que los propios capítulos de un blog, corta-pega y formato papel. Además de que está mal dispuesto, hay capítulos que aparecen a finales de las hojas impresas. En serio, que como escritora, si fuera mi obra, me daría vergüenza estafar a la gente con semejante mierda y encima sentirme orgullosa por tal estafa.

Quiero, desde aquí, haceros ver que lo mejor que se puede hacer por un buen escritor es leer, comentar y criticar, de forma constructiva (OJO), y que los que realmente desean mejorar, cambiar y que merecen que vosotros los apoyéis. Por favor, no apoyéis a este tipo de gente que no merece, para nada, un apoyo por un mal libro. No gastéis vuestros ahorros en el libro de un escritor amateur que vaya de subido, no es difícil encontrar si lo son o no.

Muchas gracias por leerlo. :)

Capítulo 119

Buenas noches, pequeños bastardos de liliputienses muy altos.

Ayer comenté que mi mascota, Noche, andaba malita y tal. Pues hoy la he acabado llevando al
veterinario para ver qué le pasaba. Después de unas cuantas pruebas, bajo una luz negra y otra de raspado, han encontrado que mi pobre bichillo tiene ácaros y que por eso se rasca.
Así que le mandó ivermect en una jeringuilla y que la laváramos cada semana con eso hasta la próxima visita, que es el día 5 de Marzo. ¡Cómo pasa el tiempo!
Bueno, lo peor fue la factura, que se me subió a 48 euros, aproximadamente. ¡Es hipercaro! Yo no me puedo permitir, y ahora menos que sólo cobro 124 euros/mes (aprox), pagar cada x tiempo ese pastizal por el animalillo. A ver que yo quiero a Noche y mucho, pero es que no me da para pagar eso y mucho menos, que me cobren a 40 euros la consulta en menos de dos semanas.
Así que salí más mosqueada que si me hubieran atracado, realmente me sentí realmente atracada por unos veterinarios.

Entre eso y mi novio: «¡Cari!, que no llego al concierto».
Y yo: «Por un día que llegues tarde no pasa nada».
Él: «Es que tengo un compromiso y un poco de ética».
¿ÉTICA?
¡¿QUÉ COÑO?!
O sea, que sí tienes ética con el puto concierto de mierda pero no tienes ni ética ni consideración hacia mí, muy bien tío. Vamos de puta madre.
A ver, que me explico:
David, mi novio, es “periodista” para una web de rock que se llama MetalCry; cosa que cuando le conocí parecía guay, interesante y hasta ambicioso... Ahora, lo odio. Es como vivir con una persona que sabes que tiene alguna amante por ahí suelta, que sabes que te deja pero no sabes hasta cuando o peor, tener que cambiar planes de última hora porque tiene un concierto de grupo random.
En cuanto a lo de consideración, lo digo porque más de una vez me ha pedido que no fuera a currar, ¿y quién ha sido la gilipollas que se ha quedado con él? Efectiwonder, MOI. Así que, ¿cómo creéis que sienta eso de que tu chico esté venga a dar por culo con un concierto cuando estás con tu mascota enferma en el veterinario? Ajá, que te dan ganas de darle una patada en la cabeza y mandarle a freír pollas en vinagre.
Sobretodo cuando lo del MetalCry es gratis, sin ningún tipo de ganancia salvo entrar en conciertos de grupos que a menos que seas muy rockero, nos lo conoce ni su puta madre. ¿Y quién es la tonta que se compró una réflex que ahora se encuentra en casa del susodicho “periodista”? ¡Has acertado! MOI, again. Debo saltar de pareja en pareja que no deben ver una relación como un compromiso sino como un retiro de fin de semana y, ¿qué queréis que os diga?, estoy un poco hasta los ovarios de toda esa mierda.

Besos.

Capítulo 118 #EspecialSanValentín

Buenas noches hijos e hijas del metal. \m/

¿Qué tal habéis pasado San Valentín/Carnaval?

Yo lo pasé relativamente bien a pesar de que el día empezó siendo un poco mierda. El viernes no tenía clase así que me dediqué a estar jugando al Red Dead Redemption para la Play3. Y sí, me he comprado una PS3, barata y bastante bien para todo lo que llevaba, incluyendo un segundo mando y unos 10 juegos, más o menos.
Pero al que más tenía ganas es al RDR porque, en su día, pusieron muy buenas críticas sobre él y, como suele pasarme, pues me quedé con las ganas de probarlo y jugarlo. Es una especie de GTA del Oeste americano, aunque bastante más original porque te dan a elegir si quieres ser bueno o un cuatrero del tres al cuarto. Las misiones principales son más para guiarte al lado “santurrón” del personaje (y digo santurrón a pesar del que tío se dedica más a matar que a hacer el amor, aunque su código ético me gusta, es menos putero que los protas del GTA).
Aunque luego, me di cuenta de que Noche, mi ratoncita, estaba malita; bueno... malita no, que le han salido unas heridas muy feas alrededor del cuello que parece alergia o urticaria y me da pena, pero no puedo bajarla al veterinario por falta de ingresos, eso de que me despidiesen de uno de mis trabajos me ha acabado pasando factura (todo esto pasó después de que me comprase la PS3, que no es que diga: “estoy mal de dinero para mi mascota” y luego me compre la play). Aunque ahora le damos Betadine y una crema para los eczemas y las irritaciones de la piel, y parece que va curando. No quiero poner una foto porque me da mucha pena y no quiero que la veáis así. También intenté informarme en un correo a una clínica veterinaria que tratan animales exóticos (aunque no os lo creáis, un ratón doméstico se le considera mascota exótica) pero no he recibido respuesta de un precio; lo cual no le da grandes esperanzas a mi animalillo. Sé lo que pensáis pero ahora mismo no ando nada boyante como para gastarme 25 o 30 euros en una visita a un veterinario de ese estilo sólo para que me diga que tiene un eczema y que le sigamos poniendo la misma crema que ya le untamos.

Esto cayó por San Valentín.
Mi San Valentín no fue muy allá.
No fue demasiado romántico, preparado ni sexual, por desgracia de mis enormes ganas de echar un buen polvo.
La verdad es que los días anteriores me deprimí un poco porque mis compañeros de clase planeaban cenas románticas en casa, baños con velas y pétalos de rosa, desayunos en la cama y muchísimo sexo en los tres días. Así que, me veis el jueves, yendo a comprar la ropa interior comestible, el disfraz de colegiala sexy, lubricantes, consoladores y un látigo (éste último para mí) para mis compañeras, que se iban a hartar de follar. Y yo con una contractura en el pecho, respirando como los vejetes, doliéndome hasta para tumbarme, pero con unas ganas de sexo con David que lo flipas.

El sábado, San Follatín (yo lo llamo así porque realmente se folla más que se ama, si no pasearos por un sex-shop antes de San Valentín, os vais a encontrar cosas muy curiosas), fuimos a comer al TacoBell (¡que viva la crisis económica de esta mi cartera!), después paseamos un poco por La Vaguada, mirar tiendas y poco más. Claro, yo con unas ganas locas de pillar a David por banda y atarle a la cama, darle con el látigo nuevo y echarle el polvo que ya quisiera Rocco Siffredi. Va, la contractura que me duele el doble. ¡ME CAGO EN MIS SANTOS MUERTOS! Pero, ¿por qué? ¡¡¿POR QUÉ?!!
Me has jodido, puta contractura. Que mi vida sexual se resume a dos polvos por mes y este mes me quedo sin mi cuota por tu puta culpa es que... ¡AGH! (esto lo leen mis amigas y no se lo creen, me tienen por la madonna del sexo).
Así que, me dedico a torturarle con el látigo para que al menos me masajee un poco la espalda y, si puede, me quite la puta contractura y me quedo frita. ¡Es que peor no podía ir la cosa!

A mí, que no me gusta San Valentín (mentira cochina porque soy más pastelosa que los dulces), acabé por regalarle una taza bastante cuqui que encontré y que creía que le iba a gustar, así se toma el café con ella y se acuerda de mí (o de la amante, según con quién haya estado la noche anterior), o para el desayuno/infusiones/chocolate caliente.
La verdad es que la vi en un escaparate y pensé: “Me recuerda a David mucho”. Con eso de que es heavy y va siempre, o casi siempre, de negro pues la ovejilla negra iba con él.

Y, a veces, aunque me queje de que es un soso, un dejado y que sólo me quiere a ratos, sé que es único y que, si puedo, seremos dos ovejitas negras que tendremos corderitos más negros aún y, seguramente, más rebeldes. Eso sí, llevarán crestas punk, chupas de cuero y unas buenas botas con las que irán pisando fuerte por la vida.

Aunque no voy a asumir esos riesgos en mi vida, aún soy demasiado joven para los corderos y hay que estar muy seguro de esas cosas.
Y ahora me da vergüenza escribir por la pedazo de moñada más estúpida de la historia que he soltado en el anterior párrafo. Si me vieran mis compañeros de clase...



Un besazo y descansad mucho.