miércoles, 21 de agosto de 2019

Capítulo 157

Buenos días, amiwis.

Hoy he tenido una pesadilla y necesito contarla. Necesito sacar mierda que llevo dentro porque me voy a caer y no quiero.

Estaba en casa, bajo la lluvia, sentada en un banco con mi madre cuando veo a los padres de él por aquí. Realmente, no se corresponden con las descripciones verdaderas de cómo son pero mi mente los deforma para darles una personalidad más cabrona.

No sé si ellos me han visto pero mi madre se tira a su cuello diciendo que porqué él me ha dejado; yo intento calmar a mi madre mientras que intento disculparla por su arrebato. A lo que el padre que no es su padre, me dice que no siga esperando, que es una tontería; el corazón se me acelera en el pecho mientras se me agarrota como si fuera un puño. El hombre me dice que él ya tiene a alguien que deje de darle vueltas. A lo que la madre me suelta que está muy bien con su amiga de la infancia, que no intente inmiscuirme. Entonces me le encuentro. Será un sueño pero su rostro lo veo exactamente igual y va acompañado de una chica en un coche, ella conduce mientras que él se ríe. Empiezo a llorar con ganas, quiero ahogarme en lágrimas y me duele el pecho. Me duele tanto el pecho que creo que no soy capaz de respirar. Él me mira indiferente. Yo no puedo dejar de sentir ese ardor en el pecho, angustiándome mientras él no dice nada, dedicándose a otra chica.

Quiero echar a correr. Quiero coger el coche para estrellarme en cualquier carretera y convertirme en una lágrima en la lluvia porque no para de llover; no encuentro mi coche, quiero salir corriendo y no puedo, quiero matarme y no puedo. ¿Qué me queda? Estoy desesperada por dejar de sentir dolor. para ser un sueño, duele como si me clavaran mil agujas en el corazón, a la vez y con fuerza, como una enfermera en el hospital en el que te haces análisis. Finalmente, cuando los padres salen del local, le pregunto a su madre si tardó mucho en sustituirme y me dice que no, que primero estaba de follamigo con una chica pero que luego empezó a salir con ésta. Sonríe a pesar del dolor que me lacera el pecho, a pesar de mis lágrimas; es casi como que lo disfrutase.

Mi madre le chilla que si no le da vergüenza sonreír de esa manera ante una persona que se nota que está rota, ella está cabreada. El padre me dice que yo perdí mi oportunidad mientras que yo le chillo en plena calle que sólo cometí un error, un puñetero error que me llevó a perder a la persona que más quería; me pongo a chillar mi vergüenza delante de ellos, hablando de todo lo que pasó, del miedo, de las inseguridades, etc. Su madre vuelve a sonreír con villanía y yo me acongojo más. Me está matando. Mi propio sueño me está asesinando poco a poco y peor que Freddy Krueger.

Me he levantado aterida, rota y llorando mientras que el dolor de pecho se ha extendido por todo el cuerpo. Ahora me duele hasta el alma mientras que lloro en silencio, lloro callada porque no puedo más; la agonía de mi corazón roto me duele muchísimo más y es como si fuera pus que lo impregna todo.

Y, aún así, sigo queriendo alguna señal de vida. Quiero seguir pensando que esto es una película romántica de las que me gustan en la que el chico y la chica acabarán juntos cuando todo esto es “500 days of Summer”.

Agur~