sábado, 3 de diciembre de 2011

Capítulo 6.

Lara se levanta, ayer se acostó muy pronto y Rubén, como siempre, le deja esas despedidas que tanto le gusta encontrarse por la mañana:
[2/dic/2011 1:41]
"weno cari
que descanses
me voy yo tambien a dormir
que sepas que te quiero y mme gustaria compartir mi vida contigo
y que nos hicieramos felices mutuamente
un besito
te quiero cielo"

Se viste pronto pero no le da tiempo a desayunar, solo a preparar un cacao. Mientras se lo toma piensa en todo lo que ha ocurrido en dos días.
El miércoles se había teñido de pelirroja, metiéndole prisa a su madre porque al día siguiente había quedado con Pablo. Y su madre la metió prisa ella para llegar a clase, a unas clases de bachiller nocturno a las que no llegó. Directamente se fue a ver a Karla, a saber de ella y de su vida. Total, son amigas ¿no?
Karla la abrió la puerta en pijama. Con su cuerpo delgado y ágil, de 1'70 de estatura, vestido con el pijama; la cara de Karla sonrió y la invitó a pasar. Karla no es extremadamente guapa, tiene los ojos normales y negros, un pelo a capas y oscuro, la nariz no es grande ni pequeña sino con un puente aguileño; pero los labios de Karla esla envidia de todos, jugosos, rosas... Bastante besables. 
Se hicieron las mil y una confidencias que se hacen las amigas cuando se apoyan y están en intimidad. Tras mucho tiempo hablando, apareció la compañera de curro y de piso de Karla, Naerovi.
Naerovi es rubia platino, de bote por supuesto, con el pelo formándole tirabuzones; piel clara, ojos claros sin un color definido, nariz angulosa y boca de labios finos pero golosos. También de cuerpo delgado con turgentes pechos y caderas anchas.
Al entrar por la puerta y verla allí, el carácter de Naerovi cambió casi drásticamente. Lara se sentía un poco incómoda. Cuando Nae se fue a dormir a la habitación, Karla empezó a contarle cosas bastante raras.

El jueves estaba nerviosa, quedaría con Pablo y eso era una ocasión especial y, por lo tanto, requería un peinado digno de ello. La noche anterior, después de contarle a Karla todas las novedades, le contó que al día siguiente había quedado con Pablo.
-¡Pues, venga! ¡¿A qué esperas?! -dijo eufórica. -Vamos al baño y te aliso el pelo.
A Lara le encanta que su amiga tocase su pelo, lo moldease y la maquille. Siempre acaba preciosa cuando deja a su amiga que la maquee.
Entonces, de vuelta a casa en el autobús, piensa en Kos.
«Quizá las cosas hubieran sido distintas si hubiéramos seguido en contacto.» Lara le hubiera encantado seguir en contacto con él, pero Kos no se había esforzado por conseguirlo. Ella le mandaba sms y le escribía cosas. Pero, desde que había vuelto al curro, sentía que Kos la había abandonado. Y ahora con lo de Rubén, pensaba que nunca más volvería a verle, a parte de en el juego.
Entonces se centró en Pablo, esperaba, por lo menos, caerle bien.
Después de inglés, donde tuvo que abandonar a Luis, subió corriendo a ducharse y prepararse, ella le pidió una hora y él le dijo que no podía. Así que, lo de quedar, quedó en nada. La verdad es que a ella no le importaba, quizá tenía razón y el Destino había decidido que no se encontraran nunca.

Hoy viernes, las clases se le hacen pesadas y bochornosas. Piensa en el examen que le espera a quinta hora.
"Ya estoy vieja para exámenes." y solo acaban de comenzar.
Recuerda que se ha olvidado la pastilla del mediodía en casa. Decide ir a por ella a su casa, pensaba que 1 y 20 minutos le daría tiempo, pero, como siempre le ocurre, el transporte se niega a coincidir con ella.
Llega media hora tarde al examen. Entra en clase corriendo y da una excusa sobre su abuela.
Jose le da su examen y ella lo termina incluso pronto. Jose se queda petrificado y sorprendido de la rapidez de hacer su examen.
Luego, cuando termina, se va a casa de su abuela a comer. Arroz caldoso con conejo. Comida de abuela.
Ha intentado que Isma vaya, pero el curro es el que manda, así que Isma no puede ir.
-Le he dicho a Isma que viniera pero me ha dicho que no porque tenía mucho trabajo.
-Oh, vaya. -al aparecer, mi abuela contaba con él para comer. -Bueno, que se venga un festivo y le hago un banquete para su cumple.
Mi abuela se ha acordado del cumple de Isma y eso hace darme cuenta que no he comprado nada para su cumple. No ha podido escaquearse conmigo una tarde para comprarle sus libros.
«No sé. Quizá en uno de los festivos pueda decirle de mirar. Pero las tiendas no abren.» tendrá que obligarle a quedar este sábado.
La tarde es tranquila, intentando dormir la siesta, escuchando a su abuela contarla cosas... Debería empezar con la biografía de su abuela, se la prometió cuando estuvo en Semana Santa.
-Abuela.
-¿Qué?
-¿Cuándo quieres que empiece?
-¿Con qué? -su abuela se voltea curiosa y sorprendida.
-Con lo de tu biografía.
-El día en que traigas papel y boli. -sonríe. Lara mira a su abuela y piensa que ella no estará siempre en esa mecedora para contarle las historias que tanto la fascinan.

1 comentario:

  1. Me encanta esta entrada. Es tan real. En serio, es un placer pasarme por aquí.
    Te espero por el mio
    http://noesesotristezaentusojos.blogspot.com/
    un beso

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