domingo, 25 de diciembre de 2011

Capítulo 15.

Esta noche te he soñado. He soñado que bajabas a Madrid, que venías a verme y que cumplías tu promesa.
Soñé que iba a estar contigo como tú me prometiste.
Fui a al hotel en el que te alojabas, subí a tu habitación contigo en el ascensor; te miré y sonreí.
-Kos, dirás lo que quieras pero me pareces mono. -sonreíste y te vi más guapo aún. Y no, no estaba soñando con Brad Pitt ni Matt Damon, estaba soñando contigo. Con las pocas imágenes que tengo de ti. Llegamos a tu cuarto y te tumbaste, estabas cansado del viaje en coche, Bilbao está muy lejos ¿verdad?
-Ven, peque, túmbate conmigo. .y sin más dilación, salté sobre aquella cama, me tumbé a tu lado mientras miraba tus ojos cerrarse. Te dormiste, y yo, mientras, te acariciaba, pensando en todo lo que esperaba hacer contigo.
Anoche soñé que tumbado en aquella cama de hotel, te miraba de arriba a abajo, pensaba que eras lo más simpático y mono del planeta, sin importarme tu edad. Y de pronto, en ese sueño, acercaba mis labios a tu cara y te daba un pequeño beso en la mejilla, que abrías los ojos:
-No quería despertarte, lo siento.
-No importa. -sabía que no te importaba pero aún así, seguí acariciándote. De repente, en alguna habitación puso la radio y se oyó a Bonnie Tyler cantar. Y me levanté rumbo al baño, cantando suavemente esa canción. De verdad, no quería molestarte.
Anoche soñé que mientras me duchaba en aquel baño, tú entraste y te duchaste conmigo. Y mientras compartíamos gel y champú, me besaste. Tenías los labios suaves y me volví adicta a ellos. Y mientras te aclaraba el agua, te volví a besar, un beso largo y con pasión. Entonces, en volandas, me tumbaste sobre la cama y seguimos aquel juego sexual que nunca antes había deseado tanto.
Anoche soñé que conseguía hacerte mío, y que llevaba esos tacones tanto te gustan y ese vestido a un restaurante y que me mirabas de esa forma tan peculiar tuya. Y cuando salimos de ese restaurante me murmuraste en el oído:
-Estás preciosa. -yo enrojecí. -Y así lo estás más.
Sonreí, en aquel sueño, sonreí porque sabía que en ese sueño eras mío.
Y no paro de pensar, ahora que estoy despierta, que ojalá pasara todo eso, que consiguiera enamorarte como lo conseguí en el sueño. Pienso tantas cosas sobre ti y sobre mí, que alguna me sorprendo pensando en esas conversaciones por MSN. Donde ya no te veo, ni en el Aion ni en el Skype. Te echo de menos, Grandullón, vuelve a mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si te ha gustado, si quieres comentarme qué es de tu vida.
¡Comenta!