jueves, 3 de marzo de 2011

La Última Carta.

Recibí esto en un correo que me hizo mucha ilusión por eso la copio y pego aquí, para que la gente disfrute de ella:


Porque te quiero,
y para mí ese es el sentimiento más sincero.
Porque te amo.


Tú me enseñaste que la vida es algo más que sufrimiento,
lágrimas, soledad y oscuridad.
Me enseñaste a ver el mundo con todos los sentidos.


Porque te quiero, 
y para mí ese es el sentimiento más sincero.
Porque te amo.


Porque tus ojos, de una verdad infinita,
me enseñaron lo que es el amor verdadero.
Porque tu voz, de una dulzura sin igual,
me enseñó que las palabras no solo pueden herir.
Porque tus labios, de una ternura indescriptible,
me enseñaron lo que es estar unido a una persona.
Porque tu pelo, de un olor que se acerca al del cielo,
me enseño lo que es el olor del sol.
Tus manos, que calmaban a las mías,
me enseñaron como una caricia puede aliviarlo todo.


Porque te quiero, 
y para mí ese es el sentimiento más sincero.
Porque te amo.


Por todo ello, gracias.
Gracias por 31 meses,
Gracias por 980 dias,
Gracias por 23520 horas
Gracias por pasarlas todo ellas conmigo,
Gracias por todos los sentimientos vertidos.


Gracias

Yo también te doy gracias a tí, por haberme hecho sentir plena, una persona normal, sentirme querida, sentirme tan bien contigo, por no hacer de mi infierno el tuyo sino convertir mi infierno en un paraíso para los dos.

Un sincero gracias por haberme convertido en lo que soy hoy, por haberte currado mi recuperación, por hacerme sentir importante cuando no lo era, por enseñarme que, a veces, las cosas se encuentran muy profundo, que las cosas importantes se encuentran en el interior de las personas y que vale la pena sacarlas.

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