lunes, 14 de mayo de 2012

Capítulo 36.

Este fin de semana he visto que ha habido varias visitas más a la última entrada. Siento no haber escrito nada pero estaba demasiado... ocupada (?).
No, es broma. Más que ocupada, es que había venido Rubén desde Valencia y he aprovechado al máximo para estar con él. Ya que nos vemos superpoco. Como poco cada mes.

Y nada, se vino el viernes por la mañana, mientras yo curraba, él se fue a una empresa con la que quería contactar en persona y explicarle la situación para venirse a Madrid, haciendo con ellos las prácticas; pero no le recibieron, cosa que me parece muy mal pero es una empresa y hacen lo que quieren. Me vino a buscar para ir juntos a comer. Cuando salí fuimos a comprarle comida para él, ya que el muy tonto se había dejado el bocata en casa. Comimos en su coche y riéndonos mazo porque no éramos capaces de comer bien.
Después, fuimos a mi casa y así, que mis padres me dejaran salir hasta tarde.
Hacia las ocho nos fuimos a la feria de Alcobendas, que este año ha sido una mierda; casi no había atracciones, cuatro puestos con lo mismo y muchas, muchas tiendas de chuches, algodón dulces de colores, palomitas, patatas fritas, hot dogs y demás... Había hasta un kebap. Así que como nos aburrimos, fuimos a ver a los patos y ocas que hay en el estanque, que tenían ocas chiquitinas más monas. Con el ruido y demás me empezó a doler un poco la cabeza así que nos fuimos un parque que hay cerca de allí, donde también hay patos y ocas pero en este lago había más patitos que ocas pequeñas, que nos lo pasamos pipa porque los patitos iban a su bola y corrían por encima del agua, aunque parezca imposible. Rubén me pilló desprevenida y me hizo una foto mirando los patitos.
-Que no me hagas fotos.
-Pero es que salías muy guapa.
Todo mentira cochina porque salía como el culo.¬¬ Juro que te mataré, Rubén. >-<
Y cenamos en el Loyber, un bar de mi barrio que hacen las tapas muy ricas. Al final de la cena, me enfadé con él porque no quería comer más y me tenía que comer todo lo que sobraba.
Luego estuvimos un rato en otro parque que hay allí pero que estaba en silencio porque no había ni Dios allí, y estuvimos hablando de que quería arreglarlo con Isma; sin embargo, le dije que se olvidase porque Isma no quería arreglarlo con él.

El sábado, como le había dicho a mi abuela que iríamos a comer, nos fuimos a la una a comer a casa de mi abuela pero no comimos hasta las dos o dos y media. Mi abuela nos hizo unas patatas con arroz -riquísimas- y unos filetes de lomo con ensalada. Acabamos superllenos y estuvimos hablando con ella hasta las cinco menos cuarto porque queríamos ir al Expomanga. Fuimos y me he comprado un par de cosillas:
   
La foto la hice yo con el Instagram de Rubén.
Me dejé poco para lo que normalmente me dejo en el Expomanga. Unos 18 euros más o menos y lo que más me costó fue el Gloomy Bear que me salió a 15 euros -el peluche del oso con sangre-. Y compramos las tortuguitas una para cada uno. Yo llevo una en mi llavero y él, otra, son iguales y más monas.
Tengo unas ganas de tener Instagram >-<

Y esa noche habíamos quedado con Bea y David, pero calculando no teníamos para cenar con ellos y menos para pagar un billete de metro para Rubén. Así que después de tener bronca con ella por Whatsapp pues decidimos comer por nuestra cuenta. Compré dos tazones enormes de fideos chinos con cerdo, como Rubén nunca los había probado pues estaba reacio pero, al final, le encantaron. Y por 1'50 cada uno, lo mismo que cuesta el metro, pues cenamos en mi casa.

El domingo decidimos que le invitaría a comer así que tuve que romper la hucha de cerdito -es una metáfora- y sacar unos 20 euros para pagar el buffet libre asiático al que le prometí invitarle el último finde que estuvo aquí.
La verdad es que estuvo muy guay porque le estuve enseñando cómo se debe comer con palillos y me reía mogollón porque se le escapaban las cosas pero estuvo muy guay. Y luego le pringué de nata jugando con el postre, que fueron unos profiteroles muy ricos.

Luego merienda con mi abuela. Que, como llegamos a las siete o así, y luego mi abuela se enroyó contándonos que el Rey debería dimitir ya y dejar paso a la República. Pues eran las nueve y media que es cuando cenamos, tortilla de patatas de abuela. ¡Qué rica! :3

Y luego nos tocó despedirnos, es lo que más odio de las veces que viene.
 Él se contuvo pero yo lloré como una descosida cuando él se fue. Estuve leyendo Bulletproof y pensé que debería volver a leerme Morphine porque ando bastante perdida en Stainless. T-T

Y este fue mi finde.

¿Qué tal el vuestro?

1 comentario:

  1. Me parece muy fuerte, yo todavía estoy esperando mi regalo de cumpleaños... pero bueno... ejem ejem, no quiero decir nada.
    Ha surtido algo de efecto el poner la entrevista en mi blog, ¿eh? jejeje
    Bueno chica, yo voy subiendo día a día todo, así que si quieres saber qué tal mi finde, lee las entradas del viernes, sábado y domingo, porque hoy ya he contado lo que me ha pasado por la mañana jajaja!
    Un besazo!

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