Hoy, esperándote, he sentido miedo, mucho miedo.
Las piernas me temblaban hasta tal punto que me he tenido que sentar, nunca me había sentido así, el corazón se encogía y expandía por mi pecho, tan pronto estaba alegre porque te iba a ver como se deprimía y pensaba que no llegarías; pensando que no bajarías lloré, tapando mis ojos con mis manos. Como llevo haciéndolo desde que me he dado cuenta de que te echo de menos.
Llegaste y todo se calmó, el corazón latió como un corazón enamorado.
Y empezaron las bromas, y la magia de la complicidad.
Y preguntaste por qué lloraba, no lloraba porque me hicieras un daño físico, el peor daño es el que haces en mi pequeño corazón, que es tuyo, completamente tuyo; aún así lo golpeas y haces que sangre y piense que no merece nada, salvo la Muerte.
Sé que para ti no es fácil, pero date cuenta que deberías ser sincero conmigo, y decir lo que verdad piensas, sientes y auguras.
Porque no eres el único que se da cuenta de las cosas.
Aunque no sé si esta noche la prueba era para ti o para mí.
Creo que era más para mí, para abrirme los ojos y darme cuenta que ya no será nada como antes pero estúpido de mi corazón sigue creyendo que existiendo ese chico dulce que un día fuiste.
Y por mucho que intente enseñarle que ya no eres como antes, es un cabezota y no deja de palpitar por ti, y le da sacrificar su orgullo, su fuerza y sus sentimientos por hacerte feliz, por mantenerte contento y darte satisfacciones.
Porque puede que te des cuenta de muchas cosas, pero no te das cuenta de que esa dulzura duele cuando no sientes lo mismo que la otra persona, y duele, duele mucho.
Las piernas me temblaban hasta tal punto que me he tenido que sentar, nunca me había sentido así, el corazón se encogía y expandía por mi pecho, tan pronto estaba alegre porque te iba a ver como se deprimía y pensaba que no llegarías; pensando que no bajarías lloré, tapando mis ojos con mis manos. Como llevo haciéndolo desde que me he dado cuenta de que te echo de menos.
Llegaste y todo se calmó, el corazón latió como un corazón enamorado.
Y empezaron las bromas, y la magia de la complicidad.
Y preguntaste por qué lloraba, no lloraba porque me hicieras un daño físico, el peor daño es el que haces en mi pequeño corazón, que es tuyo, completamente tuyo; aún así lo golpeas y haces que sangre y piense que no merece nada, salvo la Muerte.
Sé que para ti no es fácil, pero date cuenta que deberías ser sincero conmigo, y decir lo que verdad piensas, sientes y auguras.
Porque no eres el único que se da cuenta de las cosas.
Aunque no sé si esta noche la prueba era para ti o para mí.
Creo que era más para mí, para abrirme los ojos y darme cuenta que ya no será nada como antes pero estúpido de mi corazón sigue creyendo que existiendo ese chico dulce que un día fuiste.
Y por mucho que intente enseñarle que ya no eres como antes, es un cabezota y no deja de palpitar por ti, y le da sacrificar su orgullo, su fuerza y sus sentimientos por hacerte feliz, por mantenerte contento y darte satisfacciones.
Porque puede que te des cuenta de muchas cosas, pero no te das cuenta de que esa dulzura duele cuando no sientes lo mismo que la otra persona, y duele, duele mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si te ha gustado, si quieres comentarme qué es de tu vida.
¡Comenta!