viernes, 14 de diciembre de 2012

Capítulo 69.

Hola pequeños y pequeñas.

No sé qué os parece el pedazo de cambio que está metiendo el blog pero, realmente, espero que os guste; a los que no, que os focken.
Y no es porque venga de mal humor. No estoy herida. Estoy confusa. Muy confusa.
Y sí, el tema es el de siempre. Sumi.
Ayer, a estas horas, empecé soltar cosas raras por Skype. Y, no sé porqué, le contesté, literalmente:
Lara: Cómeme el coño.
Era una contestación de cabreo. No esperaba que lo tomase a cachondeo.
Sumi: ¿Te vienes?
Yo me quedé con esta cara: .____., literalmente. Yo, siendo como soy, le seguí la coña.
Lara: ¿Ahora o en unas 6 horas?
Sumi: Cuando te apetezca.
¿En serio? No me toques lo que no tengo, gato morado.
Lara: Lo dudo.
Sumi: ¿Cuándo nos apetezca y podamos?
Sumi: Últimamente no me apetece demasiado.
Y aquí, salté yo con los términos de lo que llevamos ahora mismo, que ni siquiera sé qué mierda es.
Lara: Cuando nos apetezca y tú puedas.
Porque realmente es así. Porque yo me puedo morir de ganas de echarte un polvo pero nunca encuentras sitio para mí en tu agenda. De puta madre.
Sumi: Sin el coche es más complicado.
Sumi: Si me invitaras a tu casa.
Lara: No es un entorno muy... porno para follar, precisamente.
Sumi: Si pudiéramos sería más fácil.
Lara: Además, a ti no te apetece, ¿cierto?
Lara: Pues ya está.
Lara: Ya me buscaré la vida.
Sumi: Te decía que sí que me apetecía.
Sumi: Pero que si es en mi casa y con mi padre...
Lara: Paso de bronca.
En ese momento pensé que me echaba la bronca por hacerlo siempre en su casa.
Minutos después:
Lara: Te apetece en mi casa.
Lara: Pues se hará en mi casa.
Lara: ¡Hala! A tomar por culo.
Sumi: Siempre que no molestemos a nadie.
Lara: A mí ya me da igual.
Sumi: ¿Por?
Sumi: ¿Qué te ocurre?
Lara: Nada.
Sumi: ¿Y que no te ocurre?
Lara: Nada.
Sumi: Pero, ¿todo te da igual?
Él no se entera de la misa la media y yo ni un cuarto, así que cambia radical de tema.
Sumi: ¿Tu casa tampoco suele estar libre?
Lara: Nada en mi vida está libre.
Aquí empiezo con las rayadas mías de las casi 3 de la mañana.
Sumi: Extremista.
Sumi: ¿Tú crees?
Aquí empezamos a desvariar filosofando más que los pitufos escuchándose a sí mismos en su CDs del Rastro y fumados.
Le pasé el texto de una chica (¡click aquí!).
Sumi: ¿Es tuyo?
Lara: No es mío. Es de una chica.
Sumi: ¡Ahhh!
Y, como quien no quiere la cosa, suelta una pregunta que hizo que toda yo temblase cual flan.
Sumi: ¿Yo te hago daño?
Lara: ¿Y por qué ibas a hacerme daño?
Sumi: No lo sé. Tengo muy poca empatía.
Sumi: Por eso pregunto.
Lara: Da igual el daño. Te hace más fuerte.
Lara: Pero no creo que me lo hagas.
Vale, mentí descaradamente. No es que me haga daño pero si hace rayarme mogollón. Que no sé qué es peor.
Sumi: No quiero lastimarte y si sabes cómo tengo que hacerlo. Dímelo.
Lara: Cuanto más sufres, más fuerte te haces y aprendes.
Sumi: Que fe tienes.
Luego me fui a dormir tranquilamente, rayándome más aún. A las 16h, empezamos a hablar.
Lara: Por cierto, no hace falta que te preocupes por mí.
Sumi: ¿Lo dices por qué me preocupo o por que sudo?
Ahí me dejó claro una cosa. Que tiene dos personalidades porque si leéis la conver de la madrugada, es empático a medias. Por la tarde, es, en plan, sudo de todo lo que no esté relacionado conmigo. Hasta que, de pronto, volvemos a mis teorías e ideales de que si me rompo no me rehago.
Sumi: Hay cosas que no me dan igual.
Lara: A mí sí.
Sumi: Pues no. No debería dártelo.
Volvemos con el empático, a medias.
Sumi: En serio, debes de hacer que las cosas te importen un poco más.
Sumi: Y estar más estable.
Lara: Será al revés.
Lara: Que las cosas deban importarme mucho menos.
Sumi: Nop.
Sumi: No porque te importen menos las cosas eres más estable.
Sumi: Debe importarte tu estabilidad.
Lara: La estabilidad se mantiene hasta que no puedo más.
Sumi: Pues no.
Sumi: Porque si te rompes.
Sumi: No debes.
Sumi: No puedes.
Sumi: Y yo soy una mala influencia.
Eso no lo entendí muy bien porque, o sabe más cosas de las que quiere reflejar o se ha puesto majo conmigo. (That suspicious)
Lara: Si me rompo, la gente no me arregla.
Lara: Solo me deja rota.
Lara: Así que me reconstruyo como puedo.
Aclaración: Que me rompa no quiere decir que mis amigas sean unas capullas (la gran mayoría sí). Es que, sencillamente, suelo no apoyarme mucho en la gente y así me va.
Sumi: Pues no te rompas más.
No sé cómo hacer para no romperme pero gracias por el consejo. ¬¬
Sumi: Así no te tendrán ni tendrás que reconstruirte.
Sumi: Yo no sé coser.
WTF?! Mi contestación es igual de incrédula que el WTF?!
Lara: ¿Y porqué ibas a querer recomponerme?
Yo esperando una buena respuesta. No una romántica, una respuesta normal y me salta con una respuesta chorra que no pondré. Bueno, sí.
Sumi: Porque no sé coser.
Así que, gente, explicadme qué mierda pasa en estas conversaciones porque lo que es yo. Estoy más perdida que un pulpo en un garaje.
Y, a poder ser, que me expliquen el porqué de este comportamiento.

Un besazo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si te ha gustado, si quieres comentarme qué es de tu vida.
¡Comenta!