sábado, 29 de octubre de 2011

No hay tiempo.

Nunca hay tiempo para mucho más, siempre hay tiempo para los demás.
¿Sabes?
Me estoy replanteando lo que dijo mi abuela, porque voy a sufrir más de lo que ya sufro. No voy a esperarte, no soy Julie. No voy a apoyarme en mi espalda y esperar a que tú aparezcas, con una armadura que no te pertenece y me saques de un agujero que no te importa en absoluto.
¿Sabes por qué estaba cabreada el otro día, aparte de lo de lo TeQuieros y la distancia?
Te estoy cogiendo rabia, no lo sé, pero te la cojo. Y no es que me duela el que digas esos te quieros que no llegarán a mis oídos, ni me los dirás mirándome a los ojos; te cojo esa rabia porque tú tienes una vida fuera de mí, porque soy el perrito fiel que te espera por las noches, da igual cuanto tardes, a qué hora llegues.
Odio tener esa mierda de obsesión de estar encima del hombre que me gusta y no es por posesión, es que sencillamente soy así.
Fiel hasta el final, apoyada en la espalda, fumándome un cigarrillo que no me relaja.
No quiero seguir siendo ese perrillo, no quiero pensar que me quieres; porque es una mentira más grande que toda África.

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