lunes, 15 de julio de 2019

Capítulo 156

Buenas tardes, amiwis.

Han llegado las vacaciones. Aunque yo llevo desde el miércoles sin ir a trabajar pero hoy ya me he atrevido a bajar al gimnasio, que he hecho una hora u hora y pico, en la que he hecho más máquinas de musculación que cardio porque, de verdad, que odio las cintas de correr y siempre que he ido, he preferido ponerme con las máquinas de musculación, haciendo que bajase de peso rápidamente.


Así que nada, me he ido con unos piratas, unas deportivas y la camiseta que tenía más maltratada. Por ende, la que más me gusta; no sólo por el hecho de que las fibras ya están hechas a mí sino que tiene un estampado muy guachi. Podría buscar una foto pero es que paso de hacerme una o buscarla por Google pero... ¡NO!

MANDAMIENTOS DEL SEXO

1. Amarás tu cuerpo sobre todas las cosas.
2. No te desnudarás en vano.
3. Santificarás las fiestas.
4. Seducirás a las personas que te atraigan.
5. Provocarás todos los orgasmos que puedas.
6. Cometerás actos impuros.
7. No robarás los placeres que puedas satisfacer.
8. No fingirás.
9. Consentirás pensamientos y deseos impuros.
10. Codiciarás los cuerpos ajenos.
Creo que es la mejor camiseta para ligar del mundo ya que si te la pones precisamente es para que la gente vea que lo que tienes es ganas de mambo, salvo porque ya prácticamente no se ve y acaba siendo la camiseta con la que vas a sudar... de otra manera.

El caso es que he ido. Para mí, ya es un gran paso para empezar a sanar poco a poco. Aunque hay veces que me dé por acordarme de él: su olor, su tacto, la forma tan graciosa de su sonrisa o lo guapo que me parecía. Intento que todo eso se quede atrás porque se acabó. La única manera de que todo se termine de romper dentro de mí es saber que él ya me ha sustituido. Incluso, el otro día, lo llegué a hacer. Cogí el coche, me fui hasta su casa, pasé despacio esperando que ver algo que me terminase de romper el corazón del todo, de acabar con mis esperanzas pero no vi nada. Di media vuelta, pisé el acelerador y me marché de allí porque lo estaba haciendo mal, lo estaba haciendo muy mal. Sigo sufriendo y sigo llorando, cuando nadie me ve, durante las madrugadas mientras sigo echando de menos y esperando que me hable de una vez para romperme del todo.



Ojalá no fuera la persona tan frágil que soy. Ojalá nunca me hubiera enamorado de él. Ojalá no la hubiera cagado tanto. Ojalá todo se enterrase bajo una capa enorme de mierda y no volver a saber nada.

Agur~

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si te ha gustado, si quieres comentarme qué es de tu vida.
¡Comenta!