Capítulo 65.

Hola pequeñas y pequeños.

Ayer quedé con Irene y Cristina, compañeras del instituto y amigas inmejorables. Fuimos a la Vaguada y estuvimos dando una vuelta. Luego nos sentamos en el VIPS para esperar a Zelia.
El caso es que me pidieron novedades en mi vida. Les conté lo qué pasó con Rubén y me instaron a intentarlo y yo dije que no; que ahora mismo no se podía por la falta de pasta de él y mía y que, además, ya no le quería. Cristina no llegó a comprenderlo pero Irene sí. El caso es que les conté lo de Sumi y ahora dicen que es mi novio y, por mucho que les diga que no, que es un follaamigo porque él no quiere nada serio conmigo, ellas se empeñan a llamarle novio.
Lo bueno es que sé lo que hay con Sumi y no me voy a hacer ilusiones banas; por mucho que me regale una taza, por mucho que me mime, no pasaré de ser eso.
El caso es que cuando llegó Zelia, empezaron a hablar sobre Isma puesto que ella no sabe nada de mi vida amorosa desde que lo dejé con él. ¡Y he descubierto que lee Canción de Hielo y Fuego! Así que ya no me sentí tan fuera. Es que Irene y Cristina son dos chicas, llamémoslas, bastantes indie-pijas. Se arreglan mucho para salir y yo, que paso de eso hasta que tenga la misma talla que Irene, pues me pongo lo primero que pillo. Me dijo Cris de ponerme mallas y una camisa grande para disimular lo que no me guste. Menos mal que Zelia me dijo que me pusiera lo que quisiera, que cada uno es libre. Realmente iba a seguir haciéndolo.

En eso se basó mi tarde.

Un besazo.