sábado, 29 de octubre de 2016

Capítulo 143

Buenas noches, amiwis.

Llevo una semana preguntándome si todo habrá cambiado; si hay algo que ha hecho que David cambie. No dejo de darle vueltas al hecho de que, de pronto, no quiera intimar en ningún momento conmigo, en que tenga que perseguirle para obtener algo más allá de cuatro mimos.

La verdad es que sí que me preocupa este cambio porque todo ha ocurrido desde que se fue a Barcelona a un festival de los suyos, los cuales odio pero no puedo decirlo porque ahora se gana la vida con ello. Me he acostumbrado a que el hombre sea el machacón (aunque no deba ser la norma) y el que siempre mendigue algo más de sexo; sin embargo tras los meses de mi trabajo, en los cuales el estrés no me dejaba ningún tipo de intimidad y aún menos por el cansancio, ahora me encuentro con que quizá no me considera atractiva en ningún sentido. Todo eso duele porque mina la autoestima estar con alguien que no te busca.

Las pocas veces que lo hacíamos era incompleto: yo tenía mis comidas pero al llegar al plato fuerte, la erección se bajaba; un gatillazo. ¡PUM! Él me dijo que se debía al estrés del trabajo y la ansiedad de dejarme insatisfecha

De pronto, el lunes después del festival este, nos apetecía lo hicimos y llegamos hasta el final; divertido, placentero y todo lo que queráis pero, ¿qué ha cambiado para que ya no pase?

Siempre busco la respuesta a todas mis preguntas pero sé que para esta no va a haber ninguna respuesta por su parte porque sólo tiene una única posibilidad: los cuernos. No me creo que alguien que se le cae por un gatillazo, de pronto no lo tenga.

Seguro que os preguntáis que si él no me ha dicho nada, no confío en él. Siendo sincera, no confío. No me fío de alguien que no quiere echarme un polvo y que está de viaje de vez en cuando, con un montón de pibas que están más buenas que yo y que tienen más en común con él que yo. Muchas veces me planteo el dejarlo porque duele mucho vivir así, con la impresión de que voy dando con el techo a pesar de mi metro sesenta y seis; no me gusta la sensación de que se me oculta algo.

He aprendido que los tíos si no piden, es porque lo buscan fuera de la relación y no quiero que me engañen ya que no me gusta el dolor; prefiero un: ocurrió y hablarlo; aunque tengo claro que no lo perdonaría porque no tendría la suficiente confianza como para saber que no lo volvería a hacer.

Quizá me he vuelto paranoica por lo que pasó el verano pasado. Estoy segura de que debería dejarlo antes de que la relación se vuelva más tóxica; que ya lo es bastante, al menos para mí. Lo único que se me ocurre es salir huyendo de Madrid, es mi única manera mental de enfrentarme a este problema. Coger mis ahorros y salir huyendo lejos de cualquier sitio conocido, tener una enorme aventura.

Agur~

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